Su nombre es Barachiel, es uno de los siete arcángeles. Tiene por misión purificar y abrir las puertas del alma, para que Piscis sea más receptivo. Es un ángel de bendiciones, tiende las energías positivas que emergen de su vibración a las personas que necesitan de él. Puede ser invocado para mejorar las relaciones entre los integrantes de un círculo familiar o de buenos amigos.
Bendición y risas con Barachiel, el ángel de Piscis
El arcángel Barachiel envía a sus protegidos hacia una búsqueda interna. Piscis es un signo que vive como flotando en otra dimensión; su ángel le muestra el camino que conduce al perfeccionamiento espiritual. También presta su ayuda a quienes hayan encontrado trabas difíciles de sortear. Barachiel porta en su mano derecha el Libro de las Bendiciones. Señal incuestionable de los favores que concede a la humanidad. También, debido a esto, se le suele representar portando una cesta rebosante de frutos en temporada y flores frescas.
Para invocar su poder benefactor en su vida, Piscis sostendrá una rosa blanca por el tallo y, mientras se adentra en el enlace comunicativo que se va estableciendo, irá depositando los pétalos en un platito con agua. La luz de las velas que alumbran su invocación mostrará con su hipnótica danza al ser de luz que con su gracia inunda la habitación. Es el momento de hablar, de hacerle saber la necesidad que se tiene de él.
La protección de Barachiel, más allá de lo material
Mientras el ambiente se cubre de alegría, Piscis trascenderá la materia del mundo y se encontrará con los ingredientes de la vida que realmente importan. Barachiel, el ángel de Piscis, es un integrante del Coro de los serafines, su nombre significa Bendición de dios. Los serafines son los guerreros celestes, dotados de seis alas y miriadas de ojos que escrutan cada palmo del universo. Ninguno de los actos de Piscis pasará desapercibido a su mirada. Son los que tienen la misión de entablar batalla con los seres de la oscuridad, con las entidades malignas.
En la vida de Piscis es necesaria la presencia constante de Barachiel ya que es un signo que no profesa fijación a nada ni nadie. Recordemos que Piscis se deja llevar mansamente, sin oponer ningún tipo de resistencia, hacia cualquier filosofía o actividad. En este trajinar, puede quedar contaminado con la indeseada presencia de estos seres. Pero su ángel protector no lo abandonará, estará ahí, presente y siempre dispuesto a pelear en contra de estas entidades.
En el plano mental y espiritual, Piscis puede empatizar con el dolor de las otras personas. Por ello se vuelca a labores humanitarias en las que, para no padecer en demasía el sufrimiento de los otros, convocará a su ángel guardián y adquirirá de él el aliento para continuar con sus labores. Barachiel reemplazará ese sentimiento de culpa que alberga Piscis por el padecimiento ajeno, aclarará su mente y pondrá en su corazón el entendimiento de que no es el indicado para soportar todas las penas de la humanidad.