La piedra ideal existe en alguna parte. Cada persona va por el mundo con la tácita misión de algún día encontrarla. Cuando llega el momento en que se reúnen, el hombre convoca en ella sus energías protectoras y la piedra, cual ser vivo, responde. Ambos, en reciprocidad, se alimentan del aura del otro, hasta constituir una unidad simbólica. Desde este instante, la piedra operará infatigablemente para brindar protección a su poseedor.
La elección de Piscis, su piedra de la suerte
Piscis, un signo místico, de estados alterados de conciencia, de renuncia al ego, de desinterés por lo terrenal, necesita favorecer la resonancia de su naturaleza psíquica. Lo conseguirá si lleva consigo la aguamarina. Gracias a sus influjos podrá elevarse a la celestial visión de otras dimensiones. Traspasará las barreras de los sentidos y se adentrará en los secretos del universo.
La aguamarina puede, asimismo, conferirle paz. A veces el dolor que tiene que soportar Piscis es excesivo; ya que no proviene de sí mismo, sino que tiene que padecer el sufrimiento de los demás. Su bien desarrollada capacidad empática puede, en ocasiones, llevarle a sufrir en carne propia las heridas de la humanidad. En estas circunstancias, para no sucumbir al peso que todo esto carga sobre sus espaldas, se apoyará en la preciosa piedra de aguamarina.
Piscis requiere que sus actos sean puros, sin maldad, sin las sombras del ego extendiéndose a través de sus actos. Pero, cuando ha llegado a un límite, como todo ser humano, explota en airadas vociferaciones y actos malintencionados. Es muy raro ver a un Piscis en estas condiciones, pero puede darse el caso. La aguamarina le llevará esa sensación de purificación, con la que evitará llevar ese cargo de conciencia que podría quebrar su blando corazón.
Más beneficios de la Aguamarina y otras gemas
Con la aguamarina, Piscis, reforzará su esencia, superará el dominio de su mente consciente y emergerán de él energías psíquicas que, con sus impulsos, revelarán las otras facetas de la vida. Cada persona es única y por ello habrá quien no pueda entrar en armonía con una aguamarina; en estos casos, no debemos alimentar sentimientos de frustración.
Piscis, puede también llevar una amatista consigo; ella le permitirá relajar sus perturbaciones emocionales. Esta piedra brinda paz y dota de alegría a cada rincón de su entorno. Es una piedra cuyos efectos no deben ser minimizados. Protege contra los espíritus que interrumpen los sueños placenteros; permite superar la adicción al alcohol; crea una fortaleza en torno de sus posesiones, evita que los ladrones se aproximen a ella. Insufla valentía y enciende en la mirada el brillo de la determinación.
La hematita es también una piedra que entona con la naturaleza de Piscis. Sirve para curar las heridas físicas y emocionales. Trayéndola consigo, Piscis se nutrirá de energías fortificadoras. Esta piedra negra plateada, al ser desmenuzada, deja salir de sí un tinte que se asemeja a la sangre. Con ella se pueden cicatrizar heridas superficiales e internas; para ello ha de colocarse directamente en la zona afectada. Piscis la podrá utilizar para romper la brecha del tiempo y echar una mirada al futuro.