Una relación que despega sin demasiadas expectativas de concretar algo sólido y duradero; sin embargo, basta una leve variación en las condiciones de la carta natal para insuflarle esperanzas a esta pareja. En cualquier caso, es conveniente saber de entrada cuáles son las características generales que rigen su relación, que es lo que veremos a continuación.
Leo y Virgo, una atmósfera con temperatura moderada
Ni frío ni caliente, una relación que casi puede pasar desapercibida, si no fuera por los enfrentamientos que se suscitan debido a sus diferencias. Virgo suele ser bastante crítico con la actitud de Leo ante el mundo, le echa en cara su fanfarronería y su vehemente necesidad de aprobación. Por su lado, Leo no pasa por alto la actitud siempre perfeccionista de Virgo, que casi no le da tiempo para vivir. Grandes diferencias para grandes personajes, disparejos, ajenos belicosos el uno con el otro.
Sin embargo, hacer encallar la relación entre Virgo y Leo antes que haya levado anclas siquiera sería una necedad. En Virgo, a pesar de sus cualidades más oscuras, repiquetea la noble tendencia de acudir en ayuda de quienes la necesitan; esta actitud es más que suficiente para estar a la altura de las necesidades de Leo, mismas que podrá satisfacer siempre y cuando exista diálogo y objetivos compartidos. Leo, traspasada la delgada tela de su ego, se muestra en toda la amplitud de su generosidad; es entonces un ser alegre y desprendido, que entrega lo mejor de sí al ser amado. Bajo esta óptica, tan verdadera como la anterior, podemos discernir el buen cauce que podría tomar la relación con solo existir tal voluntad en ambos.
Las cartas están echadas mas aún no han sido giradas
En cuestiones laborales, Virgo encuentra favorable las innatas tendencias que tiene Leo para ponerse a la cabeza. Puesto que, mientras el León tira del proyecto entero, Virgo ocupa sus intereses en que cada pieza esté bien aceitada y funcionando en armonía con todo lo demás, su vida laboral puede enriquecerse con sus comunes aportes. Todo marcha de maravilla hasta que surgen los errores…
Una relación de amistad entre Virgo y Leo será inexistente si van con la predisposición de que será así; todo irá bien si consiguen recordar a cada momento que la decisión final está en cada actitud que realizan para con el otro. En realidad, es una relación que pende siempre de un hilo muy delgado; pero nada es imposible para quien apasionadamente desea conseguir algo: en este caso el éxito de la amistad.
En el ámbito del amor, Leo y Virgo siguen arrastrando la misma estela que en los otros aspectos de sus vidas. Es una relación muy difícil, se nota al instante; por ejemplo, al estar juntos, sentados uno en frente del otro, dan la impresión de estar muy alejados tanto en mente, cuerpo y espíritu. La mejor etapa de sus vidas es el principio de su relación, cuando, todavía adormecidos por las hormonas del amor, no se percatan de la enorme distancia que los separa. Sin embargo, sería de pesimistas dar la relación por muerta sin antes haber luchado porque de sus primeros brotes.