De Capricornio podríamos decir que es muy estable emocionalmente, e incluso desde muy niños se los puede reconocer de inmediato ya que parecen personas adultas, con la madurez bien enraizada en su personalidad. Es muy seguro de sí mismo, es de aquellos que saben lo que quieren alcanzar en la vida. No es frecuente verlos vacilar, cualquier decisión que tomen lo harán sujetándose a un plan previo que han redactado meticulosamente. Es muy exigente consigo mismo y hace que el resto de las personas participen de su exigencia sin que éstas lo hayan solicitado.
Las principales virtudes de Capricornio
Capricornio es muy disciplinado, hace siempre las cosas que se tienen que hacer. Es muy ambicioso y para conseguir sus propósitos reúne todos los recursos necesarios, no dejando al azar ni los mínimos detalles. Actúa siempre con cautela, no aventura una expresión mal elaborada o una actuación descabellada; se mantiene siempre en el frío cauce de cuantos planes ha elaborado. Es muy paciente, sabe esperar el tiempo que sea necesario para que un plan se concrete; sabe que los frutos del trabajo vendrán en su momento.
Es alguien en quien se puede confiar para realizar labores complejas. No dejará los proyectos a la voluntad de la divina providencia. Actúa siempre como un profesional, en sus trabajos no acepta manchas, errores, descuidos o cualquier tipo de negligencias. Es muy difícil romper su solidez emocional; todo cuanto hace, incluso en las temporadas menos favorables, está encaminado al logro de un objetivo; el cual siempre tiene en mente.
No suele exaltarse en momentos de conflicto; prefiere resolver sus altercados personales con diplomacia y la practicidad de su fría lógica. El autocontrol es su mejor don, no cederá a sus impulsos momentáneos ni al irracional deseo de sus instintos. Concentran sus energías en actividades productivas, evitan malgastar su tiempo en cosas sin relevancia. Son constantes y serenos; laboran pacientemente, evitando perturbaciones externas.
Los puntos débiles de los nacidos en Capricornio
Puesto que depositan todo lo que tienen en un proyecto, incluidos sus esperanzas y sus sueños, suelen tornarse sombríos cuando no logran alcanzar sus objetivos. Entonces se vuelven pesimistas, son entonces más exigentes e incluso llegan a los extremos de ser tiránicos con aquellos que tienen a su mando. En ocasiones se dejan abatir por la melancolía e incluso pueden experimentar síntomas depresivos.
Suelen ser manipuladores, en el sentido de que para conseguir lo que tienen en mente se valen de cuanto tienen a su disposición; incluso de las personas, que en sus manos llegan a ser útiles instrumentos. No confía en nadie que no sea él mismo; de las otras personas espera siempre lo peor; cuando deba hacer algo preferirá llevarlo a cabo con sus propias manos.
Por su obstinación se pierden en objetivos que, una vez alcanzados, ya han dejado de tener validez. Esto puede ser su mayor error, se concentran tanto en una meta que olvidan que el mundo continuará avanzando sin ellos. Se ciegan a la realidad y persistirán en la lucha por objetivos obsoletos o anacrónicos.